Elegir el libro acorde a cada edad es fundamental para despertar en los niños el placer por la lectura, pero también hay otros trucos para conseguirlo.
La niñez y la primera juventud son los mejores momentos para descubrir el placer de la lectura, según los expertos. Sin embargo, para que esto suceda, los pequeños deben contar con la ayuda de un adulto que los guíe en sus primeros pasos y además deben acercarse a obras acordes a su edad, para no caer en la frustración por no entenderlas o en el aburrimiento si les resultan demasiado simples. Te damos cinco consejos para conseguir que tus hijos lean, y disfruten de ello:
- Cuentacuentos. Leerles a los niños un cuento por la noche, antes de dormir, les ayuda a relajarse y además estimula su imaginación, capacidad de reflexión, concentración y memoria. Pero también siembra en ellos el gusto por las historias. Un error frecuente, según explica la librera Marta Balmaseda (La Mar de Letras), es abandonar esta actividad en cuanto el niño aprende a leer. “Se trata de dos niveles de lectura diferentes y complementarios”, indica. Y al principio a los pequeños les cansa leer, lo que puede llevarlos a dejar de hacerlo muy pronto.
- Placer y exigencia. Aunque la mejor vía para estimular la lectura es el contagio del placer que provocan los libros, debe haber cierta cuota de persistencia en el hábito tanto en el ámbito familiar como en el educativo hasta que éste se establezca también en el pequeño, aunque sin que llegue a percibirlo como una obligación.
- Mediadores. Los padres, tíos, maestros, libreros o bibliotecarios cumplen un rol fundamental en el establecimiento del hábito lector al actuar como guías en la selección de títulos y responder a las dudas o atender a las reflexiones que propician las obras en los niños.
- “Libros llave”. Siempre hay un libro en concreto que marca un antes y un después en la vida de un pequeño lector. Son los “libros llave”, esas obras “un poco mágicas que le abren al niño o al joven la puerta hacia el placer de la lectura”, precisa Balmaseda.
· Cada edad tiene sus libros. La comprensión lectora se desarrolla en el niño de manera gradual y progresiva, por lo que los libros a los que accede también deben ir aumentando poco a poco su complejidad. A medida que el niño crece irá eligiendo obras con menos dibujos y coloridos y dará en cambio mayor importancia a las palabras y a la historia en sí. La Fundación Germán Sánchez Ruipérez recomienda seguir esta guía:
0 a 6 años: La ilustración debe ser predominante, aunque no necesariamente exclusiva. Elegir libros de imágenes, narraciones con animales humanizados, fábulas y cuentos de hadas sencillos, historias del entorno familiar, folclore infantil, retahílas, rondas y canciones. Hasta los 3 años se recomienda optar por libros con pocos elementos e imágenes contrastadas, que permitan identificar y reconocer objetos.
De 6 a 9 años: Empiezan a leer solos y por tanto es el momento de iniciar su biblioteca personal y animarles en la selección y a que expresen sus gustos. Escoger libros de imágenes, poemas y canciones, libros informativos o que respondan a sus preguntas, cuentos maravillosos y tradicionales, historias humorísticas y con animales humanizados y narraciones reales o ficticias no muy complejas.
De 9 años a 12: Hay que encontrar momentos para la lectura al margen de las tareas escolares y comentar con ellos sus experiencias en este terreno. Aumenta la complejidad de las tramas y son convenientes las que provocan una actitud reflexiva. Apostar por libros de aventuras, cuentos fantásticos, narraciones mitológicas, relatos humorísticos, cómics, historias de la vida real, obras informativas y de ciencia.
A partir de los 12 años: Los niños ya tienen más claro lo que les gusta y por tanto hay que apoyarlos en sus elecciones. Optar por novelas realistas y que reflejen los problemas del entorno social, narraciones de suspense, aventuras y ciencia ficción, clásicos de la literatura infantil, obras informativas, revistas y prensa diaria.
Internet como aliada y no como enemiga
Los niños de hoy son nativos digitales y, como tales, querrán leer no sólo en papel sino también en la Red y disfrutarán de las historias tanto en texto como en formatos audiovisuales. Justamente por ello la Fundación Germán Sánchez Ruipérez recomienda valerse también de internet para fomentar el hábito de la lectura.
“La Red es un medio ideal para las personas curiosas. Los niños por definición lo son, así que no te costará conseguir que tu hijo se apasione con algunas de las muchas posibilidades de lectura que ofrece”, señalan los expertos de la entidad a través del portal Lectura LAB.
Para ellos, “internet y lectura son formas de ocio complementarias”, por lo que aconsejan establecer “vínculos entre ellas” y ayudar a los niños a “disfrutar leyendo en cualquier formato”.
Entre otras pautas a seguir, la fundación apuesta por que los padres localicen las páginas web de los autores o personajes literarios favoritos de sus hijos, en las que suele haber más información, comunidad de lectores y juegos, y ayuden a los pequeños a acceder a los libros digitales disponibles.
También, insta a que animen a los niños a escribir sus propias historias, por ejemplo en forma de blog; a investigar sobre un tema que les interese; a utilizar los recursos que ofrecen plataformas como el Servicio de Orientación de Lectura y a leer en los libros electrónicos si así lo prefieren.
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